Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea
Octavio Paz.
Paz de Octavio.
A mi madre le gusta pensar que en cierto futuro seré alguien importante. Me imagina con una bata blanca & devolviendo a esta tierra a la desvalida gente, me imagina siempre tan guapa cuando no tengo ni nariz para fruncir cuando comienza ese delirio. Yo le pronostiqué esa enfermedad, o fui yo quien la plantó. Por allá de octubre, principios, algo así; la ví despertarse tarde & pensé "ella nunca hace eso". Deberá estar enferma. Pero nada de eso, simplemente no pudo conciliar el sueño a su hora & tardó un poco más. Se cansó mucho en el día, quiso estar acostada otro poco. Pero la gentil señorita ya había imaginado muchas cosas, muchas situaciones en las que pudo verse envuelta su madre la noche anterior: beber sangre, volar hasta la casa de sus padres & chuparles sangre, andar sonámbula hasta la calle & darle agua al perro, luego beber su sangre. Hasta que le inventé una enfermedad & un reposo interminable. No la muerte, no, sólo un reposo. Para finales de noviembre caía en cama padeciendo dengue. Sangre después de todo. Confío mucho en mí o solamente mi madre hace caso a lo que escribo, cayó enferma, es el punto. No pude menos que sorprenderme. Luego estar con ella, sobarle las piernas, cepillar sus canas & el poco cabello que tiene, sentarme cerca & escucharla mientras deliraba. & luego era yo la que deliraba; acudía al baño & me metía con ropa al agua fría para que pasaran los lapsos, pesqué una gripa asquerosa, pero se terminaron los delirios. Luego de casi un mes en cama, se levantó: dio las gracias & siguió despertándose temprano a barrer el patio, la cocina, la entrada de la casa & siempre a punto de entrar a mi cuarto, la última de las habitaciones, me dice: "Espero que ya estés despierta. Hoy riegas las plantas" & dejo de escribir lo que hace, dejo de imaginar lo que tararea, & me encamino a regar las plantas. Luego de unos versos de Paz de Octavio.
Quiero un Octavio de Paz.
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