No soy nada.

Nunca seré nada.

No puedo querer ser nada.

Aparte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.
F. Pessoa

________________________________________

miércoles

Miss.

Puedo decir que no creo lo rápido que pasa el día. Pero sí, lo creo & me impresiona. Apenas ayer no dormí por estar acomodando un par de textos -más de un par, claro-, cerré los ojos cinco minutos, amaneció & el día me explotó en las manos. No paré de hacer cosas hasta este momento; la escuela, una conferencia, kilómetros en medio de una & otra, el pasto recién regado de los parques que riegan en la tarde-noche, la comida que nunca sucede con las mismas personas o cubiertos: autobuses para atravesar & atravesarse toda la ciudad. El cigarro, el vicio que a nadie le gusta mencionar; & la gente, la que no menciona muchas cosas, & fuma. Seguirá. El día habrá perdido su momento de cerrarse los ojos para soñar; tengo previsto terminar un libro, de una a tres quizá, pasaré unas notas al debido cuaderno, de tres a cinco, tiempo en el que beberé algo que hayan dejado en la alacena: mi alacena me gusta. Comienzan a notarse mis ojeras, pierdo peso. Tengo veinte años un mes veintidós días & quince minutos, es veintiocho de diciembre de dos mil once. Me gusta mi nombre, sin embargo podría llamarme en este momento "ahorcado". Doce a eme, con quince minutos.


En la mesa estás durmiendo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los gatos dicen